Los bloques opositores cerraron filas en contra de la iniciativa de Arroyo. Creen que no respeta el criterio para el que fueron concebidos.
Los bloques opositores coincidieron en rechazar el proyecto del gobierno municipal que busca cobrar el uso de los gimnasios de los polideportivos barriales.
Después de que la presidenta de la bancada de Acción Marplatense, Claudia Rodríguez, rechazara la propuesta al asegurar que de esa manera el Ejecutivo se “llevaría por delante” los objetivos para los que fueron construidos, ayer se sumaron las voces de los bloques de Unidad Ciudadana y 1País.
“Lo primero que tiene que hacer el Ejecutivo antes de presentar estas iniciativas es terminar el polideportivo del barrio Centenario, al que le falta muy poco, y reiniciar las obras del de Camet, al que le falta más”, opinó Ariel Ciano (1País).
Los polideportivos que funcionan son tres y están en los barrios Las Heras, Colinas de Peralta Ramos y Libertad. “Tienen como origen una política pública que los considera una herramienta para acercar derechos a los barrios”, aseguraron en UC.
El proyecto, que comenzará a ser tratado hoy en la comisión de Deportes, prevé establecer una tarifa de $ 1.100 “por hora de entrenamiento o partido” para las instituciones que quieran alquilarlo y un canon que fijará a su criterio la presidencia del Ente de Deportes (Emder) en el caso de “eventos especiales”.
El presidente del ente, Carlos López Silva, defendió la iniciativa al asegurar que estos alquileres se darán en momentos en que los polideportivos no sean utilizados por los vecinos.
Ciano advirtió que, si los gimnasios “tienen capacidad ociosa”, el Ejecutivo debe “dotarlos de actividades”. “En los barrios hay gente que tiene necesidad de practicar deporte o hacer actividades culturales. No pueden decir que los van a alquilar porque no tienen actividad. Si no la tienen, hay que preocuparse por que la tengan”, apuntó.
En Unidad Ciudadana sostuvieron que los polideportivos son escenarios para que los vecinos puedan acceder al deporte, la promoción social y servicios educativos y de salud. “Por lo tanto, todas las actividades que se desarrollen en ellos deben ser gratuitas para garantizar que todos tengan acceso. Es una política que busca igualar oportunidades, dirigida a aquellos que no puedan pagar por estos servicios”, indicaron los concejales.
El alquiler de las instalaciones es el segundo proyecto del gobierno de Arroyo tendiente a arancelar los polideportivos. El primero había sido impulsado en el primer año de la gestión y consistía en cobrar un bono voluntario de $ 50 a aquellos que quisieran utilizarlos. El Concejo lo rechazó.
Esta nueva iniciativa surge luego de que la Pastoral Evangélica reconociera gestiones con el intendente para usufructuar los polideportivos. Y de que el intendente admitiera que por el momento no consiguió los fondos para concluir los de los barrios Centenario y Camet.